Adquirir una nueva impresora 3D marca un momento emocionante en la vida de cualquier persona, y es comprensible que uno desee comenzar a usarla de inmediato. No obstante, configurar las impresoras de manera apresurada o sin seguir un proceso adecuado suele resultar en una calidad de impresión deficiente y puede ocasionar problemas mecánicos difíciles de solucionar. Por lo tanto, es crucial comenzar con precaución. Para garantizar que tu impresora esté configurada de manera óptima, aquí te presentamos cuatro sencillos pasos a seguir. Por supuesto, siempre es recomendable consultar el manual específico de su modelo antes de proceder con cualquier montaje o ajuste.

Es importante verificar qué tipo de impresora 3D tienes antes de comenzar. La mayoría de las impresoras vienen en forma semi-ensamblada, lo que implica que solo necesitas unir dos mitades del marco atornillándolas.

Sin embargo, también puedes adquirir kits completamente ensamblados, que tienen la ventaja de no requerir ensamblaje, aunque suelen ser más costosos de enviar y menos adaptables a personalizaciones. Otro tipo son los kits de bricolaje, donde montas la mayor parte de la impresora por ti mismo.

Los siguientes consejos están dirigidos a los kits semi-ensamblados, dado que son la variedad más común. Si cuentas con un kit completamente ensamblado o de bricolaje, por favor, sigue las instrucciones del fabricante y continúa desde el punto 3.

Verifica si hay errores de fabricación

Antes de comenzar cualquier tarea, es fundamental verificar que todos los componentes de la impresora estén en condiciones óptimas. Revisa si falta alguna pieza, si hay juntas deformadas o si los marcos están doblados. Es especialmente crucial examinar los cojinetes, que son parte fundamental de la mecánica de la impresora. Apaga la impresora y asegúrate de que los cojinetes se deslicen suavemente a lo largo de todos los ejes. Si notas alguna rugosidad o resistencia, te recomendamos que te pongas en contacto con el fabricante.

PASO 1: NIVELAR EL MARCO

El primer paso en la configuración de la impresora consiste en ajustarla para que esté nivelada internamente. Esto implica asegurarse de que el eje X esté paralelo al marco inferior, lo que garantiza una consistencia interna en la impresora. Es importante destacar que este proceso no implica nivelar la impresora con la mesa o el suelo, sino asegurar la uniformidad dentro de la propia impresora. Este ajuste es crucial para asegurar que exista una superficie plana sobre la cual imprimir tus objetos.

Para lograr esto, puedes medir el ángulo entre el eje Y y el marco, o la altura del eje X en cada lado del marco. Se recomienda utilizar un medidor o nivel digital para garantizar la precisión de estas mediciones, ya que incluso pequeñas alteraciones pueden afectar la calidad de los productos impresos. La forma de ajustar el eje X puede variar según el modelo y la fabricación de su impresora, por lo que te recomendamos revisar las instrucciones específicas del modelo para obtener orientación detallada.

Paso 2: NIVELAR LA CAMA

Una vez que hayas asegurado el correcto posicionamiento del eje X respecto al marco, es hora de verificar que la superficie de la cama sobre la cual se imprimirán los objetos esté nivelada. Esta etapa implica comprobar la calidad de fabricación de la cama; si esta no está plana, corregirla puede resultar difícil. En caso de que la cama presente irregularidades, puedes solicitar un repuesto al fabricante o utilizar un artículo completamente plano, como un espejo, del tamaño adecuado para reemplazarla.

Una vez que hayas confirmado la planitud de la cama, procede a nivelarla en relación con el marco. Algunas impresoras cuentan con un sensor de nivelación que permite realizar este ajuste de forma automática. Si tu impresora no dispone de este sensor, simplemente desliza un trozo de papel o una galga entre la cama y la boquilla de impresión y ajusta la distancia hasta sentir una ligera resistencia.

Paso 3: LUBRICAR

Una vez que la impresora esté lista, es importante lubricar todas las piezas móviles para garantizar un funcionamiento suave y sin problemas. Utiliza grasa con base de silicona o cualquier otro lubricante compatible con plásticos. Comienza lubricando el tornillo de plomo y cualquier cojinete lineal que la impresora pueda tener. Es importante tener cuidado de no aplicar grasa en exceso en el marco o la base para evitar problemas posteriores.

Paso 4: COMENZAR LA PRIMERA CAPA

Una vez que estés listo para comenzar la impresión, es recomendable proceder con precaución. Configura tu impresora para que imprima las primeras una o dos capas a una velocidad de 10mm/s. Esto garantizará que la capa base sea sólida y proporcione una base estable para el resto de la estructura. Una vez completada esta etapa inicial, puedes aumentar la velocidad de impresión a 60mm/s para el resto del proceso. Este enfoque gradual te ayudará a obtener mejores resultados y una impresión más exitosa en general.

En conclusión, si has seguido estos pasos con atención, no deberías tener problemas para imprimir con tu nueva impresora 3D. Es importante mantener vigilados tus productos para asegurarte de que la impresora se mantenga nivelada y lubricada adecuadamente. Siempre que lo hagas, ¡disfruta del proceso creativo y de las posibilidades que te brinda tu nueva impresora 3D!