Bioimpresión, el futuro de la medicina

Cuando pensamos en nuestros 5 sentidos, comúnmente sucede que le asignamos mayor importancia a la vista. Y eso no es coincidencia, según un estudio del Instituto Max Planck que involucró a 13 culturas e idiomas, el sentido de la vista es el más importante en nuestra vida cotidiana.

Siendo esto así, imagina que pierdes este sentido; es decir, que por alguna enfermedad, tu sistema ocular deja de funcionar adecuadamente y pierdes la capacidad para ver. Pues bueno, esta es la situación que viven alrededor de 10 millones de personas en el mundo debido a que padecen de ceguera corneal.

La córnea es el elemento óptico más importante de nuestro ojo, controla la entrada de luz a nuestro ojo a la vez que lo protege del exterior. No obstante, debido a esto, la córnea suele ser afectada por distintos padecimientos que, en los peores casos, derivan en ceguera corneal; y el único tratamiento disponible es el trasplante de córnea.

El trasplante de córnea es el más común a nivel mundial, con alrededor de 300 mil trasplantes al año. Sin embargo, como mencioné anteriormente, 10 millones de personas lo necesitan. Este déficit de donadores de córnea ha sido catalogado como una crisis internacional de salud pública.

Para solucionar este déficit, se han desarrollado prótesis artificiales de córnea (queratoprótesis). Sin embargo, dada la naturaleza de los materiales utilizados, las queratoprótesis son altamente rechazadas por los pacientes. En consecuencia, necesitamos de alternativas mucho más orgánicas, libres de polímero artificiales y que se integren de manera eficiente y segura en el sistema ocular de los pacientes.
Es aquí donde se comienza a pensar: “¿y si fabricamos córneas humanas en laboratorio?”. La idea suena loca, como salida de una película de ciencia ficción, pero es totalmente posible. ¿Cómo se fabrica una córnea? La tarea no es sencilla, pero los procedimientos han llegado de la mano de una disciplina llamada Ingeniería de Tejidos.

La Ingeniería de Tejidos consiste en la combinación de biomateriales (llamados andamios), células y biomoléculas para dar lugar a órganos y tejidos humanos. Los andamios deben tener la geometría y propiedades físicas del órgano o tejido que se busca fabricar; en el caso de la córnea, la curvatura, la transparencia y la elasticidad son fundamentales. Mientras que en el caso de las células, se pueden obtener de las córneas del paciente, aislarlas y reproducirlas para después incorporarlas en el andamio y, alimentándolas con biomoléculas, tener una córnea completamente personalizada hecha a la medida del paciente.

Suena interesante, ¿no? Pues ahora imagina que podemos utilizar la impresión 3D para darle la forma de la curvatura de manera precisa y, además podemos distribuir las células de una forma ideal debido a la fabricación por capas. ¿Es esto posible? Lo es y, de hecho, a la fabricación de órganos y tejidos mediante la impresión 3D se le llama Bioimpresión 3D.

Gracias a estos avances, en Bifrost Biotechnologies -la Startup que orgullosamente dirijo- estamos trabajando en el diseño de un material vivo que nos permita fabricar córneas mediante Bioimpresión 3D. ¿Por qué le llamo material vivo? Este material se trata de un hidrogel que incorpora las biomoléculas más importantes, pero, además, incorpora las células más importantes de la córnea, los queratocitos. Estas células son las responsables de mantener sana a nuestra córnea. Añadiendo otros componentes a este hidrogel, trabajamos en una alternativa que, además de la curvatura y las células de la córnea, también tenga la trasparencia y la elasticidad que la córnea necesita para cumplir con sus funciones.

​Si bien nos queda mucho camino por recorrer, la pasión por nuestro proyecto y el impacto que puede tener en la vida de millones de personas en todo el mundo, nos motivan en nuestro trabajo diario y, así, en menos de dos años, esperamos tener las primeras córneas bioimpresas listas para ser probadas en modelos animales.

Sin duda alguna, cuando varias técnicas que parecen incompatibles se juntan, dan lugar a tecnologías increíbles. En este caso, la Impresión 3D y el cultivo celular, nos van a permitir fabricar tejidos mediante Bioimpresión 3D y, así, en un futuro, erradicar las listas de espera para los trasplantes.

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