¿Qué son los moonshots? ¿Cómo pueden cambiar el futuro?

El 25 de mayo de 1961, el presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy anunció en una sesión conjunta del Congreso nacional que el país se plantea como objetivo poner a un astronauta en la Luna, entrando de lleno en una carrera en la que sus avances habían ido siempre a la zaga respecto a la Unión Soviética, quienes pusieron al primer hombre en órbita, Yuri Gagarin, el 12 de abril de ese año. «Creo que esta nación debe comprometerse a conseguir el objetivo, antes del final de esta década, de poner un hombre en la Luna y traerlo de vuelta con seguridad a la Tierra», dijo JFK antes de reclamar al Congreso ingentes cantidades de dinero para el programa espacial.

El resultado fue observado el 20 de julio de 1969, cuando el comandante del Apolo XI, Neil Armstrong, fue el primer ser humano en poner un pie en el satélite. Todo ese proceso iniciado por Kennedy, en esa sesión conjunta del Congreso y en un conocido discurso en la Rice University se conoció después como Moon shot (que podría traducirse como «disparo a la Luna») y ha dado nombre a una metodología de innovación, el moonshot thinking.

Esta forma de pensar separa la innovación incremental (aquella que se basa en hacer pequeñas mejoras sobre un producto o servicio), de la innovación disruptiva (la que va más allá y se plantea cambios sustanciales).

«Esta metodología te hace viajar del futuro al presente para visualizar mundos que te gustaría que se volvieran realidad, los futuros deseables, no los futuros utópicos o distópicos, y que utiliza técnicas de ciencia ficción, narrativas, metodologías que se utilizan en las películas, el arte y el diseño, para vivir en ese futuro y después volver al presente, saber dónde estás y qué estrategia podrías diseñar para ir hacia allá, y qué equipo y qué plataforma necesitas para llegar hasta allí», explica Pablo Rodríguez, embajador de Google X para la revista Business Insider.

Aunque pueda parecer una metodología alejada de la realidad, tiene un importante potencial para afrontar retos actuales como las energías renovables, las enfermedades crónicas, el futuro de la movilidad, el cambio climático, la alimentación, el turismo o la transformación económica de un país.

La metodología de innovación que usa Google.

Google es una de las empresas que trabaja con moonshots para buscar sus siguientes innovaciones. Desde 2010 cuenta con X, una compañía fundada por Larry Page y Sergey Brin como una división para pensar proyectos disruptivos, de donde salieron ideas como las Google Glass, la empresa de coches autónomos Waymo, la compañía de tecnología aplicada a la salud Verily o la de entrega aérea con drones autónomos Wing.

«Moonshot quiere decir diferentes cosas para diferentes organizaciones: para un individuo puede ser un cambio de vida, para una mediana empresa reinventarse para aprovechar el cambio digital, para Google es crear un nuevo Google. Lo importante es que tienes que hacer algo muy importante, difícil, y mejorar las cosas en un factor 10» detalla de Pablo Rodríguez, embajador de esta compañía.

El caso de Google muestra que una de las virtudes de esta metodología es potenciar el pensamiento disruptivo, que es una de las principales dificultades de las empresas para innovar.

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